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Signos de que necesitas un masaje

Por medio de los masajes se manipulan músculos, tendones, ligamentos, fascias, vasos sanguíneos y linfáticos… Diferentes construcciones corporales de suma trascendencia para el mismo, por lo cual es rigurosa una actuación idónea sobre las mismas para eludir probables heridas, secundarias a una mala ejecución del masaje.

Gracias a esto, se sugiere que cada vez que necesitemos un masaje, acudamos a los expertos adecuados y capacitados para realizarlos de la manera más segura.

 

¿Cuáles son los signos que indican que requerimos un masaje?

Desafortunadamente, en la sociedad de la cual formamos parte son muchas las situaciones que nos generan estrés en el día a día. 

Dicho estrés es somatizado a modo de contracturas y dolencias que tienen la posibilidad de originar una lesión más grande. 

Si a esto le agregamos las malas posturas mantenidas a lo extenso de un largo tiempo, a nuestro cuerpo se le muestra la complejidad de restaurar sus límites a su estado usual.

 

Dolores usuales

Comúnmente, el tipo de dolor más popular es el dolor de espalda. Un trabajo de oficina en el cual se dedica un largo tiempo al teléfono y ordenador, en el cual se invierten muchas horas parado o en el cual se cargue, levante o transporte material pesado, son ejemplos de situaciones bastante susceptibles a sobrecargar nuestra musculatura y crear un dolor de espalda que, en algunas ocasiones, logre derivar a cualquier tipo de disfunción.

Una vez que nos duela alguna parte del cuerpo, una vez que sintamos un pinchazo con ardor o quemazón en un músculo. Una vez que nos encontremos un músculo con tensión acumulada que resulte duro y doloroso a la palpación, una vez que nuestra movilidad habitual se vea reducida por el dolor. Una vez que presentemos parestesias/adormecimiento en cualquier integrante o inclusive irradiaciones eléctricas en todo el mismo… nos encontraremos frente a la necesidad de asistir a que nos den un masaje.

La aplicación de un masaje ayuda a arreglar, mejorar o sanar una lesión muscular. Hablamos de un masaje profundo y enérgico, combinado con estiramientos, que está indicado para aliviar las contracturas musculares por malas posturas o tensión acumulada, los dolores y la carencia de elasticidad y movilidad. 

En esta clase de masaje es común llegar a un grado muscular profundo para establecer con exactitud los principios de la disfunción y el dolor, debido a que tienen la posibilidad de tratarse de contracturas mecánicas, defensivas, térmicas o emocionales.

Tras un óptimo masaje, conseguiremos llevar a nuestro cuerpo a un estado de confort y reposición del mismo, imprescindible para lograr un grado físico óptimo para encarar con salud el día a día. 

Una pregunta común que los usuarios realizan es: ¿Cada vez que necesito un masaje?, ¿Cuándo es necesario?, y la contestación la hemos limitado a 5 de las más frecuentes, es fundamental señalar que no son las únicas causas; sin embargo, si las que necesitan más grande atención:

 

Cansancio crónico

Si has sufrido de cansancio crónico, sin importar cuánto duermas o cuánto descanses, te sientes cansado a todo instante, podría ser señal de que requieres un masaje, el cual liberará una descarga de neurotransmisores que darán una sensación natural de energía. 

El sedentarismo acumula toxinas en los tejidos corporales que producen una sensación de pesadez, el masaje descarta aquellas toxinas hacia las vías linfáticas, al paso de unas cuantas sesiones tu estado de ánimo va a ser muchísimo más activo y optimista.

 

Irritabilidad

Si sufres de irritabilidad, y te incomoda por todo, el cortisol que liberamos por sobrecarga de estrés, nos hace ser más propensos a estar irritables y sobre todo a estar a la defensiva.

Nos incomoda hasta la más mínima insinuación incómoda y el aleteo más sutil de una mosca, lo que puede avanzar a un problema de neurosis, para contrarrestarlo y aunque parezca una redundancia, el masaje produce no solamente una liberación del cortisol hacia las vías linfáticas, sino además la liberación de serotonina, sustancia que crea el cuerpo humano para ofrecer la sensación de confort.

 

Insomnio

Sufrir insomnio, como lo señalamos anteriormente, el cortisol que producen las glándulas suprarrenales como contestación a situaciones enormemente estresantes. Nos hace quedar en un constante estado de alerta, lo que involucra, no solo, estar irritables y a la defensiva, sino además insomnes, lo que conlleva a otro tipo de trastornos, debido a que es a lo largo del sueño que nuestro cuerpo humano entra en estado de homeóstasis (un proceso de autorregulación). Por lo cual tenemos la posibilidad de desarrollar otro tipo de patologías muchísimo más severas.

 

Apatía

Apatía. Un bajón en los niveles de serotonina y dopamina puede producir un estado de apatía, donde no nos atrae nada, relativizamos y postergamos las ocupaciones, obligaciones, e inclusive, esas que anteriormente nos daba gusto hacer, lo que podría ser síntoma de otro tipo de inconvenientes más severos. Sin embargo, de ingreso (no como una cura en sí misma), el masaje libera una descarga de hormonas, enzimas y neurotransmisores que darán por resultado un estado de confort seguido de un nuevo ánimo.

 

Ganas de llorar

Ganas de llorar sin causa aparente, en la práctica descubrimos que varios pacientes acceden en llanto una vez que iniciamos una sesión de masaje, la estimulación despierta sensaciones subjetivas que ocasionan el llanto como una forma de catarsis inducida por el masaje.

Como si el individuo se estuviera conteniendo el llanto por un largo tiempo, inclusive años, una vez que la liberación muscular se ve estimulada, el individuo baja las armas (por de esta forma decirlo), entonces el estado de vulnerabilidad que había tratado de eludir se afirma y desata los sentimientos reprimidos.

No te esperes a que los indicios evolucionen a un problema más grande, acude a realizarte un masaje y solicita el servicio que mejor se ajuste a ti.

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