¿Qué es el masaje terapéutico?

Se trata de ejecutar una serie de movimientos sobre el cuerpo del paciente. Se manipulan los tejidos en la búsqueda de aliviar las molestias ocasionadas por traumatismos, malas posiciones o estrés, entre múltiples factores que lo producen. 

Es por lo general de sencilla aplicación y tiene excelentes resultados en las áreas terapéuticas y deportivas. 

Por otra parte, aunque tiene pocas contraindicaciones, es indispensable tener los conocimientos adecuados de cada uno de los tipos, el objetivo que se persigue al practicar determinado masaje y las formas correctas de aplicación.

Tipos de masajes terapéuticos

Drenaje linfático manual

En este caso específico, se trata de desalojar los líquidos excedentes y los desechos metabólicos, por medio de las vías linfáticas. Este propósito se logra a través de la estimulación de vasos y de los ganglios linfáticos. 

Estos son unos capilares que transportan los lípidos y desecha los tóxicos por medio del torrente sanguíneo. Se trata de técnicas que siguen unos pasos estrictos para que resulte efectivo.

Este tipo de masaje es muy efectivo, pero es delicado y tiene ciertas maneras de aplicación. Cada profesional tiene sus métodos y determinados sitios de aplicación.

Dentro de las metodologías de aplicación está la técnica de captación o reabsorción que tiene como finalidad aumentar la presión de los tejidos. 

También existe la técnica de evacuación que trata de eliminar los desechos lejos de las zonas afectadas. En este caso se realiza con el dedo índice con la finalidad de estirar la piel en sentido proximal.

El drenaje linfático actúa a través de una suave presión, muy lenta y a un ritmo constante, para eliminar las toxinas. Se practica con movimientos circulares, como una especie de espiral, sobre el lugar que sufre la afectación.

Este tipo de masaje tiene efectos excelentes cuando se desea guiar el contenido sobrante, que se suele acumular en ciertas zonas del cuerpo, por causa de un evento traumático, problemas inmunológicos o metabólicos, hasta su eliminación.

Se utiliza de manera general en situaciones posteriores a una cirugía, edemas, linfedemas, estiramientos, problemas gastrointestinales, dolor o infiltraciones celulíticas o hasta en los casos de estrés.

Por otra parte, es importante conocer que este tipo de masajes no está indicado en los casos de cáncer, y en enfermedades infecciosas o degenerativas. 

Masaje reflejo

En este tipo de masaje, lo que se trata es de combinar el estiramiento con la estimulación de unos puntos determinados, que son los que presentan alguna lesión o patología.

El tratamiento consiste en estirar las distintas capas del tejido conectivo y tratar de modificar el medio de la zona de excitación, tomando como base el concepto del acto reflejo.

La aplicación de esta técnica particular intenta, al estimular una zona del cuerpo específico, conseguir un reflejo sobre el órgano afectado. 

Supone, por parte del terapeuta, un conocimiento profundo de los puntos exactos donde actuar para lograr los resultados esperados.

La estimulación en estos casos debe ser de poca intensidad, repetida y de larga duración, comenzando por la región lumbo sacra. Si luego de 20 sesiones no se observa que se logran los resultados buscados, se debe suspender el tratamiento y comenzar con otra técnica.

Se recomienda aplicar en zonas dolorosas, para disminuir la tensión de los tejidos, en afecciones de los órganos internos, tendinitis, esguinces y en algunos trastornos neurológicos.

Sin embargo, debe tenerse cuidado y evitar su utilización en los casos de tumores malignos, tuberculosis o en fases aguda de infecciones.

Masaje deportivo

En este caso específico se trata de las técnicas dirigidas a los deportistas. La finalidad que se desea alcanzar en estos casos es mejorar el rendimiento deportivo, evitar lesiones y cuidar sus condiciones físicas.

Por otra parte, en el caso de que sufra alguna lesión, se trata de abreviar el periodo de recuperación.

De acuerdo con los objetivos que se persigue se aplican determinados masajes. Así, en los momentos previos a una competencia se debe oxigenar y calentar los músculos aportándoles flexibilidad.

Posterior a las competencias se aplican distintas técnicas de masajes que ayuden a recuperar y descargar los músculos. En estos casos se aplican, por lo general, técnicas de drenaje linfático y de retorno venoso.

Es vital que este tipo de masaje sea aplicado por profesionales con alta capacitación, sobre todo, en los deportistas de alta competición

En resumen, existen variedad de masajes y cada uno varía en lo que refiere a sus técnicas e indicaciones. Persigue distintos fines, pero por lo general se trata de mejorar la calidad de vida del paciente.